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DEFINAMOS HASTA DONDE HEMOS LLEGADO CON PACTOS ENTRE GRUPO NARCISISTAS COMO LO ES LA TREGUA "ENTRE PANDILLAS" Y LA PUBLICIDAD QUE LE HAN HECHO LA VIEJO LIN.
| ¿Hubo arreglo entre el gobierno y las pandillas? |
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La publicación reciente, en un medio digital, del traslado de reos de alta peligrosidad a lugares de donde podría ser más fácil una fuga, aun no encuentra respuesta por parte de las autoridades. Según la nota publicada en el periódico El faro el pasado 15 de marzo, la operación de traslado es parte de una confabulación entre las máximas autoridades de Justicia y Seguridad Pública y los jefes de las pandillas MS y 18, con la que se busca reducir el número de homicidios que agobia a la ciudadanía. El informe señala que algunos de los más temibles jefes de pandilla, como el “Viejo Lin” “Tres colas” y “El Diablo “, se han visto beneficiados con el supuesto arreglo al ser trasladados de una cárcel de máxima seguridad a otra donde gozarán de beneficios especiales. Todo a cambio de sus redes o clicas, diseminadas por todo el país, dejen de asesinar. Este arreglo, si es cosa cierta, tendrá enormes repercusiones pues la publicación responsabiliza del mismo a las principales autoridades del gabinete de seguridad del presidente Funes. Munguía Payés, ministro del ramo, el General Salinas, Director General de la Policía Nacional Civil, Ricardo Perdomo, recién nombrado Director del OIE, Organismo de Inteligencia del estado, deben aclarar la nota publicada por El Faro, porque están directa e indirectamente implicados en lo que, de ser cierto lo que ahí ese dice, podría ser el fin del gabinete de seguridad. El reporte periodístico evidencia una fuga de información tanto del aparato de inteligencia de la Policía nacional Civil como del mismo OIE, que pone en riesgo la seguridad total de los aparatos de inteligencia del Estado. Lo que hoy ocurre en el ramo de la seguridad puede ocurrir mañana en las Secretarías estratégicas del gobierno del presidente Funes. Por lo general, la falta de un documento, responsabilizado por la fuente que lo emite, es causa de malos entendidos o conjeturas, de ahí que no seamos amigos de los medios que permiten que se les utilice para filtrar información direccionada. No estamos criticando al medio porque de su contenido se colige que, tal como suele hacerse en un reportaje periodístico, buscaron las fuentes adecuadas para confirmar o negar la veracidad de su in formación. Si la publicación de El Faro produce resultados negativos a la nación, los únicos responsables serán quienes hasta ahora están en la obligación de informar en forma transparente y no lo han hecho. El Faro hizo lo correcto, no nos referimos a la forma, al contenido o a la intención de sus contenidos. Si sus amigos tienen en ese medio la suficiente confianza como para revelarle información, es porque sabían de antemano que un medio informativo que se precie de serlo, va a publicar ese material y además, porque ese es el objetivo que se busca. El silencio de los medios fue una de las causas que provocó en el país una guerra entre hermanos; el silencio de los medios fue causa de que surgieran falsos liderazgos, el silencio de los medios fue causa de que una guerra social, inspirada por grupos marxista leninistas, destrozara al país. Esos silencios, tanto de los sectores interesados, entre ellos la autoridad misma, como de los medios que se parcializan, podrán repetir la historia que debió quedar atrás con la firma de los Acuerdos de Paz. Ha transcurrido mucho tiempo desde que el periódico El Faro hizo pública la versión tétrica de un arreglo entre las autoridades del gobierno y las pandillas criminales del país. Hasta ahora ni el ministro de seguridad, el Director de la Policía Nacional Civil o el encargado de la inteligencia del estado han formulado declaraciones al respecto. Eso es preocupante. Es preocupante porque hay hechos incontrovertibles como el traslado de peligrosos asesinos de una cárcel de alta seguridad a otras menos estrictas; es preocupante porque en su reportaje, El Faro menciona nombres de funcionarios que deben responder por su actividad gubernamental. El General Munguía Payés, el General Salinas y el ingeniero Perdomo saben perfectamente que en el manejo de la inteligencia el tiempo es condición determinante. De qué tan rápido o qué tan lento se obtengan conclusiones depende la eficacia de la inteligencia y así como, militarmente, la ausencia de noticias es considerada como buena noticia, en lo civil la ausencia de noticias oportunas pueden significar falta de capacidad o admisión de culpa. Finalmente, sería bueno buscar una explicación a la presencia en El Salvador de un grupo de activistas de los Estados Unidos pertenecientes al Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador, CISPES, en un momento como el actual. Quién no sabe que esta organización sirvió al FMLN armado de los años 80 y que sus fondos provenían de conocidos grupos de la izquierda internacional? Qué hace ese grupo en El Salvador protestando contra los militares, Será una coincidencia o un plan pre fabricado? Sea lo que sea, hay que dar respuestas. El silencio es mal consejero. |
